viernes, 4 de noviembre de 2011

LA SITUACIÓN EUROPEA, ALGUNOS ELEMENTOS PARA LA REFLEXIÓN


Diferentes cuestiones de naturaleza política y económica se entremezclan en la actual situación de la Unión Europea, ninguna de ellas interactúa positivamente con el Estado Español, que está atrapado en una encrucijada que le condiciona un futuro de perdida evidente de soberanía y de empobrecimiento generalizado. Un proceso que le va acercando a un estatus de semiprotectorado.

Ese negro futuro solo se podrá cambiar si se realiza un cambio radical en la política internacional del Estado Español, cambio para el que existen objetivamente todas las potencialidades.



La entrada del Estado Español en la Unión Europea se hizo de una forma subordinada al eje franco-alemán, que impuso condiciones muy duras para apoyar ese ingreso, las consecuencias de ello quedaron durante años disimuladas por las aportaciones financieras directas de la UE, pero ahora aparecen con toda su rotundidad.

El desmantelamiento de una buena parte del sector industrial, así como del sector ganadero y agrícola, fueron exigencias impuestas por Alemania y Francia respectivamente; y aceptadas con mansedumbre por los Gobiernos del PSOE presididos por Felipe Gonzalez en los años ochenta.



Con el paso del tiempo esa situación de subordinación y dependencia no ha hecho más que aumentar. La actual crisis económica ha acelerado al proceso hasta llegar al punto en el que estamos, en el que las decisiones políticas y económicas principales que afectan a este Estado se deciden en Berlín o en Bruselas

Al analizar la actual situación de la UE, tenemos que recordar que esta está compuesta por diversas realidades; pero si nos limitamos a la cuestión monetaria, a dos, los países del euro, diecisiete de un total de veintisiete. Los diez restantes entre los que están Reino Unido, Polonia o Dinamarca tienen sus propias monedas.

La soluciones puestas en marcha, cuyos resultados son más que dudosos, para intentar resolver la llamada crisis del Euro están generando una ampliación de la fisura política, ya previamente existente, entre los Estados del llamado eurogrupo y el resto.

A su vez , en el contexto de la puesta en práctica de esas ''teóricas soluciones'' a los problemas de la eurozona, se está produciendo una germanización descarada de los Estados incluidos en el espacio de la llamada ''moneda única'', que afecta principalmente a lo económico pero también a lo político, este proceso repercute especialmente sobre Grecia, pero también sobre el Estado Español, Portugal y de forma más matizada sobre Italia.

La pérdida de soberanía y el aumento de dependencia es algo evidente.

Europa es un escenario de conflicto entre el modelo capitalista germano, mas basado en la económica productiva, y el modelo capitalista anglo-americano, más basado en el sector financiero- especulativo.

El R.U., por supuesto es la base de apoyo principal de ese modelo financiero-especulativo a este lado del Atlántico. No es casualidad que no pertenezca a la zona euro y mantenga su propia moneda, la Libra, lo cual le permite una gran capacidad de maniobra.

Francia en lo económico esta alineada en la zona euro y de hecho es la pareja de Alemania en lo que últimamente se da en llamar Merkozy, pero no renuncia a tener una política internacional en otros frentes, diferenciada de Alemania, especialmente en el militar, de colaboración muy estrecha entre Estados Unidos y la OTAN, tal como se ha visto en la invasión de Libia.

Alemania, por los acuerdos de la segunda guerra mundial tiene una capacidad militar muy limitada para ejercer o articular una política en este frente diferenciada del eje anglo-americano.

Esa tensión entre el modelo capitalista germano, además de las propias consecuencias de la crisis, y el modelo capitalista anglo-americano, llevan a Alemania y al eje Merkozy a buscar apoyo financiero en los países emergentes, pero muy especialmente en China, que parece estaría dispuesta a prestar ese apoyo, pero como es lógico, con condiciones.

Evolucione como evolucione esa contradicción en el seno de la UE, las repercusiones para el Estado Español y otros estados periféricos van a ser muy negativas, en lo económico y en lo político, porque el bloque dominante español tiene una clara actitud imperialista bajo los pueblos de su jurisdicción pero asume sin rechistar una posición de sumisión hacia los proyectos imperialistas ajenos.

Tod@s l@s analistas están de acuerdo en que Latinoamérica esta consiguiendo sortear la crisis económica internacional en muy buenas condiciones, parece que delante de los ojos está una gran oportunidad para construir otra política internacional, pero el bloque dominante español actual solo sabe mirar hacia ese espacio regional con los ojos del ex-colonialista.



IzCa.

Castilla a 31 de octubre de 2011





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