Ya ha pasado el medio milenio de la fecha del supuesto “descubrimiento” de América, el 12 de octubre de 1492. El hecho de que Colón llegase al nuevo continente de la mano de la Corona de Castilla suponía que iba a ser este el primero de tantos estados que llevasen a cabo una durísima conquista.
12 de Octubre - Es la hora de la revolución y se habla en castellano
Ya ha pasado el medio milenio de la fecha del supuesto “descubrimiento” de América, el 12 de octubre de 1492. El hecho de que Colón llegase al nuevo continente de la mano de la Corona de Castilla suponía que iba a ser este el primero de tantos estados que llevasen a cabo una durísima conquista. En las primeras décadas del Siglo XVI se fueron estableciendo colonias por todo el territorio y venciendo a todos los pueblos indígenas. Algunos autores hablan de que un 90% de la población autóctona fue masacrada durante los primeros cien años de dominio europeo. La guerra, las enfermedades y la explotación tiránica a la que se sometió a l@s nativ@s y que redujo su número drásticamente hicieron que los nuevos terratenientes necesitasen mano de obra esclava, que trasladaron desde África. Todo ello –salvo puntuales excepciones- con la complicidad de la Iglesia, que parece que en 500 años no ha cambiado en absoluto. El movimiento comunero fue uno de los escasos focos que pidió un mejor trato para los indios. La aculturación de estos pueblos se vivió en todos los ámbitos, siendo el que más nos interesa el lingüístico. El castellano se propagó por gran parte de América central y meridional cómo una imposición. Cómo todo tipo de aculturación, la lingüística también es un hecho perjudicial en cuanto que supone la pérdida de diversidad idiosincrásica entre los pueblos. La historia ha llevado a que a día de hoy gran parte del continente hable nuestro idioma (sin olvidarnos de los idiomas autóctonos que siguen existiendo y que deben ser protegidos y fomentados al máximo) y nos dota de una herramienta de entendimiento. Esta fecha toma el carácter de “fiesta nacional”, el día del españolismo más recalcitrante, que durante gran parte del siglo pasado ya se designó cómo el Día de la Raza. La cita no pretende ser un día de unión y colaboración con los pueblos latinoamericanos, sino ensalzar la unidad del estado español y sus símbolos. Es un día en el que la monarquía y l@s politicuch@s visten su mejor gala, el ejército toma las calles con sus desfiles y l@s más fascistas se enorgullecen de lo que inexplicablemente consideran cómo “el mayor logro de nuestra historia”: la conquista y masacre de un continente y la imposición cultural españolista. De hecho, los colectivos de la ultraderecha eligen habitualmente este momento para convocar sus manifestaciones racistas con total impunidad. Frente a este significado que le dan a la fecha del descubrimiento, desde Yesca queremos centrarnos en otros aspectos. Comprendemos que el significado de “revolución” a día de hoy encuentra su expansión y auge en la América castellanohablante. El proceso tiene ya más de doscientos años; las aspiraciones soberanistas de l@s sudamerican@s, la consecución de la independencia, las revueltas por la tierra y la justicia social, la importancia del movimiento libertario, la construcción del socialismo… En definitiva, el avance en la creación de un poder popular en muchos de los puntos de la geografía continental. Los ejemplos de luchas por los derechos básicos son innumerables, desde las Madres de la Plaza de Mayo a la resistencia mapuche, desde el EZLN a la lucha contra los aparatos paramilitares, desde Cuba hasta Oaxaca. Y cómo ya comentábamos, nos une un factor cultural de gran importancia cómo es el idioma, que nos acerca a ell@s, a sus luchas y a sus justas reivindicaciones. Sin embargo, muy por encima del idioma tenemos un punto de confluencia mucho más importante que nos hace caminar conjuntamente, que es nuestra lucha antiimperialista, antiglobalizadora y anticapitalista. A esta unión cultural entre Castilla y Latinoamérica hay que añadir que el “Día de la Hispanidad” también nos liga forzosamente con las naciones vecinas -que al igual que el pueblo castellano- sufren la opresión y la ocupación del ejército, de la monarquía heredera del franquismo, de la Constitución y del españolismo.
¡Ante el españolismo, solidaridad entre pueblos!
¡Ante el neoliberalismo, revolución!
Yesca, la Juventud Castellana y Revolucionaria
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